jueves, 21 de mayo de 2009

Variabilidad genética del venado cola blanca texano (Odocoileus viginianus texanus).



Por: MVZ. Perla María Hernández Mendoza.



La variabilidad genética se refiere a las diferencias en el material genético entre las poblaciones de una misma especie y está determinada factores que influyen sobre el individuo como en la población (Hartl y Clark, 1997). Entre los factores están la mutación, la deriva génica, la migración y la selección. El efecto de la deriva génica en las poblaciones constituye la pérdida de material genético y por tanto variabilidad en las poblaciones, por otra parte la mutación genera cambios estables en el material genético que puede ser heredado a generaciones futuras en una población. La migración por su parte determina la cantidad de material genético que puede intercambiarse entre individuos de diferentes poblaciones. Por último pero no menos importante, la selección (natural y artificial) de los individuos en el medio en que se desarrollan y las prácticas de manejo intensivo influyen decisivamente en la composición genética da la población. El estudio de la variabilidad genética de las poblaciones puede llevarse a cabo en dos dimensiones. La dimensión espacial que define las diferencias o similitudes entre poblaciones que ocupan un territorio definido y la dimensión temporal que evalúa la composición genética de las poblaciones al paso del tiempo. Estas dos dimensiones se interrelacionan y se ven afectadas por factores que afectan la dinámica poblacional como el número de individuos, factores eco geográficos y características del individuo (Hartl y Clark, 1997).
El venado cola blanca es una especie de fauna silvestre de gran importancia para el mercado cinegético (cacería deportiva) perteneciente a la familia cervidae y que habita en el continente Americano. En 1984, Halls, determinó que existen 38 subespecies de venado cola blanca y 14 de éstas habitan en México. Una de las 14 subespecies de venado cola blanca en nuestro país y tal vez la de mayor importancia económica es Odocoileus virginianus texanus, debido a su uso cinegético mediante el sistema de Unidades para la Conservación, Manejo y Aprovechamiento Sustentable de la Vida Silvestre (UMAS) regulado en México por la Ley General de Vida Silvestre. La importancia económica del venado texano radica en su uso en la actividad cinegética, el manejo intensivo para generación de pie de cría y mejoramiento genético, además del aprovechamiento de su carne y subproductos. Como ejemplo de lo anterior, para el año 2006 se expidieron cerca de 5 mil permisos de caza para el venado cola blanca (aproximadamente $15 mil pesos mexicanos/venados) siendo las especies más explotadas el O.v.texanus, O.v.carminis O.v.miquihuanensis, lo que generó una derrama económica anual de alrededor de $75 millones de pesos mexicanos (aproximadamente $6.2 millones de Dlls). En ese mismo año, se consideraba a los estados de Nuevo León, Tamaulipas y Coahulila como los de mayor actividad cinegética ya que en conjunto sumaban cerca de 4000 UMAS legalizadas (Villarreal, 2006). Hoy en día el crecimiento de esta tendencia continúa y se espera que aumente el número de UMAS debido a la demanda del turismo cinegético proveniente en su mayoría de EUA.
De acuerdo con lo anterior en México podemos distinguir dos tipos de poblaciones de venado cola blanca texano, las poblaciones naturales (libres del manejo del hombre) y poblaciones susceptibles de manejo o donde se lleva a cabo el aprovechamiento sustentable de la especie como ranchos cinegéticos, zoológicos, zonas para el turismo etc. En las poblaciones libres la dinámica de distribución de los individuos en el territorio se ve afectada por factores ecológicos, geográficos así como también por el comportamiento y los hábitos sociales de los individuos. En cambio en confinamiento los individuos son sometidos a condiciones de manejo intensivo que repercuten en la composición genética de las poblaciones mediante la aplicación de técnicas de reproducción asistida tales como la selección como la monta dirigida o inseminación artificial. Actualmente la demanda de tierra para actividades agroindustriales, la deforestación y otras formas de expansión de las comunidades humanas reduce y fragmenta el hábitat de los animales silvestres (Ovaskainen y Hanski, 2003). Las especies que viven en estos “parches o nichos” de hábitat forman grupos de subpoblaciones que se conectan por migración (Ovaskainen y Hanski, 2003). En otros casos las poblaciones naturales pueden llegar a considerarse extintas y entonces se genera la necesidad de reintroducir ejemplares para recuperar la población nativa, impactando en la composición genética de los ejemplares de la región. Por ejemplo la reintroducción de O.v.texanus en Missisipi EUA tras su “extinción” durante finales del siglo XIX y principios del XX mediante el sistema denominado “transplante”; ya en el año 2003 un estudio realizado por Young y col. demostró el éxito de la reintroducción, evaluaron la población actual determinando, después de la reintroducción de ejemplares mantuvo la variabilidad necesaria para influir en la composición genética de la población actual, a pesar de que en el pasado ésta estuvo sometida a reducciones drásticas que limitaron su estructura genética. En conclusión el venado cola blanca es una especie de fauna silvestre de importancia económica en México, sin embargo son pocos los estudios sobre cómo afecta la dinámica poblacional y el manejo dirigido por el hombre en la composición genética de las poblaciones.

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